El Gran Río Artificial, una red de acueductos que transportan el agua desde el desierto a las ciudades costeras, abastece Trípoli de agua. Una muestra son las importantes inundaciones que en 1945 dejaron a la ciudad anegada durante varios días y la sequía que afectó a Trípoli dos años después, perdiendo como consecuencia miles de cabezas de ganado. La media anual de lluvias es de menos de 400 milímetros y éstas son muy irregulares.